Sería un pajarito asustado. Saltaría de rama en rama cargando solo lo vital (en casos particulares, cargaría sus polluelos, no sé como), pero dentro habría un sentimiento de agradecimiento y amor por los cazadores que van en su búsqueda. ¿Cómo no amar a quien te alimenta?
Como agradecimiento, el pajarito canta una canción, la silba incesante en las noches, arrullando a las bestias que en el suelo esperan el amanecer para arremeter una vez más.
Una persona alguna vez capturó un pájaro de esos pero al poco tiempo se murió sin motivo evidente. Quedó sentado en su jaula, entre comida y excremento. La misma persona volvió a intentarlo, puso una jaula más grande y atrapó dos, uno macho y otro hembra, pero no salió como esperaba. El macho fue asesinado y la hembra murió con un par de heridas sin tratar. Definitivamente no podían vivir así.
En esos días no pudo escuchar ni una vez el cantar de las aves, así que fue nuevamente al bosque a oír cómo era que cantaban. Se volvió una costumbre y cambió la jaula para exponerlos en casa por una excursión para oír esos tramperos cantar.
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