Reseñas recuperadas es el repost de viejos escritos que encontré en la nube sobre libros que he leído, comentarios inocentes sobre novelas y cuentos, siempre hablando desde la ignorancia. Una mirada a lecturas pasadas sin realmente leer otra vez.
Es una
monstruosidad de mucha gracia y raro goce. La novela tiene la función de un
adefesio. ¿Cuál es la función de un adefesio? Molestar. Molestar a los no
adefesios. Molestar con su imperfección, con ruptura de todo canon y sanidad.
El adefesio se arrastra sobre la baldosa produciendo un incómodo pero
inevitable sonido como de carnes apretándose la una contra la otra, chorros de materia que vuelan verdes hasta las paredes. Cuando sabemos que se acerca no podemos evitar voltear la
mirada y decir: "¡Oh! ¡Llegaste!".
Así pasa
con Pynchon. Está en la repisa observando, produciendo un molesto sonido que
nos obliga a voltear y mirar. Lo observamos un
tiempo, pasamos las páginas con fascinación ante la natural monstruosidad de sus curvas. Sale un poco lo morboso, igual que cuando el monstruo, observamos con cara de asco pero por dentro no queremos más que ver hasta el más pequeño detalle.
Cuando
acabé la lectura me pregunté, ¿porqué Pynchon no escribe algo más amable con el
lector? Podría, perfectamente, escribir una historia sencilla, que se pueda seguir, que se pueda leer de continuo
mientras retiene el lector los nombres, los hechos y la manera en que el autor
lo ha dicho. Pynchon tiene la maestría suficiente como para hacer eso. Recuerdo
una parte de su novela, cuando Roger México lleva a su chica en el automóvil y
decide detenerse, aunque esté en contra de sus creencias, sus principios y sus
costumbres, en una capilla en donde un montón de adultos "celebran"
la navidad. Cantan suavemente, en un tono lúgubre, las canciones propias, esos
villancicos que en voz de niño tanta alegría causan, cantan a coro un negro de
voz profunda y un blanco chillón, se dejan solos, guardan los silencios. Es una
escena espectacular en donde el sentimiento brilla por la ausencia de infantes,
todos alejados de la ciudad por culpa de la guerra. Se retrata la soledad, la
destrucción humana, no necesariamente relacionada con la destrucción material o
la muerte.
¿Por qué
no escribir así toda una obra? ¿Por qué no dar al mundo una sencilla novelita
llena de esos sentimientos?
Dirán
algunos que El arco iris de la gravedad es un espacio en donde Pynchon se
explayó y demostró todas sus capacidades, fanfarroneó de su poética, estilo y
conocimiento. Yo me aventuraré a decir lo contrario. El arco iris de la gravedad
es una novela irresponsable, sin motivo particular, una novela escrita sin
compromiso y que se lee solo cuando hay demasiado compromiso. El empleo de
leerla nace del desempleo de hacerla. ¿Cuánto tiempo se gastó en la escritura
de este libro? ¿Qué tipo de esfuerzo realizó para completarlo? Quizá por eso
envió al comediante a recibir el premio que le otorgaron por la
novela, porque no era enserio, por que era una broma muy mala que le salió
bien, por más de que se hubiera esforzado para que le saliera mal.
En ese caso, a qué tipo de lectures le gustaría la novela?
ResponderBorrarA quien le interese un poco, con morbo, los excesos. No sé.
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